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Era febrero del 97 cuando el fotógrafo y apasionado por la moda Nino Peñaloza tuvo una idea que buscaba, principalmente, romper con los estándares de las fotos sociales típicas de las revistas en la capital: “era un espacio para los personajes interesantes a los que nadie daba valor u oportunidad”, dice, en referencia al collage de fotografías que pronto bautizaría como Circo Beat. Habían pasado apenas unos años desde el lanzamiento del disco homónimo de Fito Páez (en 1994), que tomó como inspiración.
“‘Rayos y culebras en el Circo Beat’ o ‘todos tendrán un instante su touch de gloria’, dice la canción, y eso es más o menos lo que buscaba que conversara en estas páginas de Somos: el político era igual de relevante que el tablista, el escritor igual de importante que la modelo”, añade.
El panorama de su creación también fue propicio para que pronto se convirtiera en un sello de la revista, una fórmula que viene perdurando por cerca de 30 años, hoy en manos de otras promesas de la fotografía. “Era como el Facebook de Lima. En esos tiempos no había redes sociales, no existían celulares con cámara. Entonces, la gente corría los sábados a ver la página y encontrarse con perro, pericote y gato; siempre pintorescos, felices, espontáneos”, sostiene Peñaloza.
ENTRE FLASHES
“El primer ‘social collage’ que creé para el Diario no fue para Somos. Sin embargo, fue el ojo de Bernardo Roca Rey el que lo tomó como sección sello de la revista. Era un visionario. Con su respaldo, empecé a salir más, todas las noches, todos los días de la semana”, comenta Peñaloza sobre sus años al frente de Circo Beat, épocas en que la fotografía analógica obligaba a tirar unas 500 tomas por evento, con la esperanza de que al revelar, se consiguieran las postales perfectas.
Tiempo después, entrados los 2000, el fotógrafo Baldomero tomaría el mando de Circo Beat, conservando la picardía y la diversidad que representaban estas páginas. Luego, una inolvidable Patricia ‘China’ Uehara se apropiaría de las páginas, convirtiéndose pronto en la figura de todos los eventos y cercana a las celebridades de la movida local.
Hoy en día, Circo Beat conserva su espíritu y buena vibra en las manos del retratista Víctor Idrogo, junto al equipo de Icónica Fotografía. “Viniendo de muchos años de hacer retratos, sentía que debía orientar la página para que tuviera retratos muy divertidos y esté más relacionada a lo ‘cool’ y al ‘trend hunting’. Hay que pensar en la diversidad de personajes y cómo hay espacio para todo lo que pasa en la escena local”, apunta Idrogo. “La vitrina de Somos, hoy por hoy, equilibra muy bien una variedad de temas que van desde la gastronomía, la música o la moda, hasta el cuidado personal, haciendo perdurable esa primera motivación del Circo Beat, donde todos forman parte de una misma fiesta”, concluye el fotógrafo.
El mundo digital también es importante para esta emblemática página de la revista, por lo que Circo Beat cuenta con presencia en la web de El Comercio y en la página de Instagram de Somos.
Además, el espacio está abierto a las colaboraciones con las marcas que buscan ser parte de este espacio de manera personalizada, con la cobertura especial de eventos o lanzamientos. Como bien cantaba Fito Páez, “todo el mundo juega en el Circo Beat”. Lo mismo, sucede en nuestras páginas. //