La Estación Espacial Internacional está “demasiado limpia” para los astronautas

Ser astronauta no es fácil. Tienen que pasar una serie de pruebas antes de llegar al espacio, y una vez que salen de la Tierra se enfrentan a un ambiente inhóspito para el ser humano: desde la ausencia de gravedad hasta la peligrosa radiación solar. Sin embargo, esos peligros no han detenido el espíritu explorador de la humanidad y desde principios del siglo, la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) se convirtió en el principal destino de los astronautas, al ser un gran laboratorio en donde se realizan investigaciones científicas. Pero, ¿qué ocurre con los astronautas en la ISS?

La Estación Espacial Internacional es un enorme laboratorio que cobija a los astronautas durante meses, pero su naturaleza podría ser la razón de algunos de sus problemas de salud. (Foto: Roscosmos)

Usualmente los astronautas experimentan disfunción inmunológica, erupciones cutáneas y otras afecciones mientras viajan al espacio. De acuerdo con una nueva investigación encabezada por la Universidad de California, estos problemas de salud podrían tener como causa la naturaleza excesivamente estéril de las naves espaciales. Y es que la ISS tiene una diversidad de microbios mucho menor en comparación con los entornos construidos en la Tierra. Los microbios que se encuentran en la ISS en su mayoría son transportados por los mismos astronautas.

Los entornos construidos en el futuro, incluidas las estaciones espaciales, podrían beneficiarse de fomentar intencionalmente comunidades microbianas diversas que imiten mejor las exposiciones microbianas naturales experimentadas en la Tierra, en lugar de depender de espacios altamente desinfectados”, sugirió el coautor principal Rodolfo Salido de la Universidad de California, San Diego (UC San Diego).

El astronauta de ESA Andreas Mogensen posa junto con un traje espacial en la cocina del módulo Unity de la ISS. (Foto: NASA Johnson)

Para este estudio, los investigadores colaboraron con los astronautas, quienes tomaron más de 800 muestras distintas superficies en la ISS. Ya en la Tierra, los científicos identificaron qué especies de bacterias y químicos estaban presentes en cada muestra. Luego, crearon mapas tridimensionales que ilustraban dónde se encontraba cada uno en la ISS y cómo las bacterias y los químicos podrían estar interactuando.

Los investigadores descubrieron que la piel humana era la principal fuente de microbios en la ISS y que los productos químicos de limpieza y desinfectantes estaban presentes en toda la estación.

El astronauta de la NASA Nick Hague es fotografiado mientras habla con estudiantes de Quebec desde la ISS. (Foto: NASA Johnson)

Notamos que la abundancia de desinfectante en la superficie de la Estación Espacial Internacional está altamente correlacionada con la diversidad del microbioma en diferentes ubicaciones de la estación espacial”, dice la coautora principal Nina Zhao (@NinaHaoqiZhao) de UC San Diego.

Al hacer la comparación entre otros ambientes construidos por los humanos en la Tierra y la ISS, se encontró que las comunidades microbianas de la Estación Espacial Internacional eran menos diversas. Asimismo, las superficies en el gran laboratorio espacial carecían de microbios ambientales de vida libre que suelen hallarse en el suelo y el agua. Para los investigadores, incorporar intencionalmente estos microbios podría mejorar la salud de los astronautas, sin sacrificar la higiene.

El astronauta de la NASA Matthew Dominick trabaja con los componentes del sistema de ventilación dentro del módulo de laboratorio Destiny de la ISS. (Foto: NASA Johnson)

Los científicos esperan perfeccionar el análisis desarrollado a fin de poder detectar qué microbios son potencialmente patógenos, es decir, un microorganismo capaz de desarrollar una enfermedad.

Si realmente queremos que la vida prospere fuera de la Tierra, no podemos simplemente tomar una pequeña rama del árbol de la vida y lanzarla al espacio y esperar que funcione”, señala Salido. “Necesitamos comenzar a pensar en qué otros compañeros beneficiosos deberíamos enviar con estos astronautas para ayudarlos a desarrollar ecosistemas que sean sostenibles y beneficiosos para todos”, agregó.

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