- ‘Operadora’ de ‘Los Waykis’ habría presentado documentación falsa para ser subprefecta
- Eliane Karp busca dilatar proceso de extinción de dominio sobre bienes por US$ 5 millones
Los testimonios y la evidencia aportada por tres colaboradores eficaces de la fiscalía vinculan al expresidente Ollanta Humala con el accionar el ‘Club de la Construcción’, una presunta organización criminal conformada que se repartió ilícitamente la adjudicación de al menos 30 obras durante su gobierno. Por este caso, el equipo especial Lava Jato pide 13 años de prisión, lo acusa haber integrado esa red criminal y de haber recibido coimas para dejarlos operar.
El Comercio accedió al requerimiento presentado al Poder Judicial por el fiscal Germán Juárez contra Ollanta Humala, otras 28 personas y 19 empresas. Allí se citan las declaraciones de los colaboradores como elementos de convicción (evidencia) contra Ollanta Humala, además de las declaraciones de otros testigos que complementan esos dichos. Todos ellos corroborarían, a criterio del Ministerio Público, la imputación de que el expresidente recibió pagos del ‘Club’.
LEE TAMBIÉN | Ollanta Humala recibió pagos del ‘Club de la Construcción’ vinculados a 30 obras, según acusación fiscal
Según informó este Diario este lunes en un primer informe sobre este requerimiento acusatorio, la fiscalía estima que Ollanta Humala recibió aproximadamente US$ 10.5 millones como fruto de un supuesto acuerdo para garantizar la continuidad del funcionamiento del ‘Club de la Construcción’ durante su gobierno. Los pagos habrían estado relacionados a la adjudicación de 30 obras de carreteras a nivel de Provías Nacional: 23 licitaciones pública y 7 concursos públicos.
El expresidente y su defensa legal rechazan la acusación y confían en que será desvirtuada a nivel judicial. Además, consideran que estas declaraciones no pudieron ser corroboradas durante la investigación del caso.
Tras la presentación del requerimiento, el Quinto Juzgado de Investigación Preparatoria de la Corte Superior Nacional deberá notificar el documento al resto de partes y luego convocarlas a las audiencias de control de acusación, fase en que se decidirá si el caso tiene mérito para ir a juicio oral.
De acuerdo con la tesis acusatoria, en el 2011 las empresas del Club de la Construcción acordaron destinar pagos a “las altas esferas” del gobierno de Ollanta Humala para asegurar sus operaciones durante su gobierno. El supuesto esquema consistía en que las constructoras entreguen primero el dinero al Rodolfo Prialé, que este le dé una parte a Carlos García Alcázar (asesor en el Ministerio de Transportes) y que este a su vez se lo dé a José Paredes Gutiérrez.
José Paredes Gutiérrez era por entonces un amigo de Ollanta Humala y era el hermano de su entonces ministro de Transportes, Carlos Paredes Gutiérrez. La acusación lo señala como la persona que, en octubre de ese año, llevó la propuesta del ‘Club’ al presidente durante una reunión en Palacio de Gobierno. Luego, según la fiscalía, el líder nacionalista accedió y su amigo se encargó de hacerle todas las entregas de dinero personalmente en la misma sede de gobierno.
La versión del presunto esquema para que los pagos lleguen desde el ‘Club’ hasta Palacio de Gobierno se apoya en el testimonio del colaborador eficaz de clave CE 14-2018. A diferencia de otros casos, como el del expresidente Martín Vizcarra, aquí los colaboradores no tienen identidad revelada, por lo que las menciones que se les hacen en el requerimiento fiscal son mediante sus claves.
“Sé que Prialé de la Peña, ni bien podía disponer el dinero producto de los pagos de comisión en los porcentajes acordados con los empresarios, directamente o por intermedio de Luis Humberto Prevoo Neira (otro acusado por este caso), entregaba parte del dinero cobrado al señor Carlos Eugenio García Alcázar en el interior de un departamento ubicado en (…) San Isidro, Lima”, dijo el CE 14-2018 a la fiscalía.
“Todo el dinero que era entregado a García Alcázar siempre fue en dólares, los cuales eran cambiados en muchas oportunidades ya que la mayoría de pagos era en soles, dinero que hasta donde sé, era entregado a José Guillermo Paredes Rodríguez, que este a su vez, parte del mismo, se lo entregaba a su hermano Carlos Eduardo Paredes Rodríguez y éste a su vez hiciera llegar la parte correspondiente a su amigo Ollanta Moisés Humala Tasso”.
El colaborador también indicó que Rodolfo Prialé “llevaba el dinero (a García Alcázar) en sobres manila o maletines de computadoras al departamento” y que “generalmente se tenía que reunir un monto importante y para ello se juntaban varias entregas por parte de los empresarios.
“Esto era en un tiempo aproximado de una semana a quince días, hasta que el señor García considerara que el monto era importante (mayor a un millón de dólares) y entonces se le comunicaba al señor José Paredes para que pasara a recogerlo. El señor García le contaba al señor Prialé que cuando llegaba al señor Paredes a recoger el dinero, contaban los fajos en la mesa de centro de la sala y luego José Paredes, lo separaba en partes, hacía una repartición y ponía cantidades diferentes en maletines que él traía, ahí es donde introducía el dinero José Paredes y se los llevaba”.
Como complemento, la fiscalía también cita el testimonio de Juan Relayza Sánchez, el conserje del edificio donde vivía el hoy acusado Carlos García Alcázar. En su declaración, relató que este “con bastante frecuencia recibía visitas de personas de sexo masculino”.
Consultado sobre quiénes eran los visitantes, indicó que recordaba el nombre de Rodolfo Prialé y que “en varias oportunidades” vio también allí a José Paredes Gutiérrez.
Otro de los colaboradores de la fiscalía es el de código CE 04-2019. Este dio cuenta un encuentro inicial entre el empresario Eduardo Sobenes (ligado a Ollanta Humala), José Paredes y Carlos García en agosto del 2011.
Durante esta, el último le habría dicho a Paredes que “si ingresaba al Viceministerio de Transportes y Comunicaciones se podía dar grandes posibilidades de negocio ya que él conocía a muchas empresas constructoras y se podían establecer porcentajes en función de lo que se vaya generando”. El colaborador también afirmó que, informado por Paredes del pedido, Ollanta Humala accedió a que García entre como asesor al Viceministerio de Transportes.
El colaborador también dijo que, en una reunión posterior, García le informó a Paredes sobre el ‘Club’, que las empresas querían que el gobierno de Ollanta Humala las “dejaran operar” y que a cambio “se manejarían porcentajes para las partes involucradas que en total podría alcanzar el 3% aproximadamente”. Ese 3% se repartiría “entre todos los involucradas, correspondiendo una comisión para José Paredes, que él vería cómo lo manejaba con su hermano el ministro”.
“Ese mismo día, José Paredes coordinó una reunión con Ollanta Humala, se reunió con él en sus oficinas en Palacio y le contó todo lo que le habían trasmitido, incluyendo el tema de los porcentajes de los montos de las licitaciones involucradas. Después de conversar sobre las ventajas y desventajas, Humala le dijo a José Paredes que iba a conversar con Nadine Heredia y meditar acerca de este asunto y que regresara al día siguiente por la respuesta”, afirmó el CE 14-2019.
Añadió que José Paredes y Ollanta Humala se volvieron a reunir el 7 de octubre de ese año en Palacio de Gobierno y el presidente “le dijo que adelante, que lo había conversado con Nadine Heredia, la misma que le había hecho ver que teniendo en cuenta la cantidad de obras, había que ir revisando el avance de adjudicación de las obras para tener control”.
La fiscalía también investigó a Nadine Heredia por este caso. Sin embargo, decidió no acusarla y solicitar el archivo del caso en lo referida a ella al no hallar evidencia que corrobore su supuesta participación en estos hechos.
“El 26 de octubre de 2011, se produjo una primera entrega de Carlos García a José Paredes de 200 mil dólares”, continúa el colaborador. “Luego de esta primera entrega, se produjeron alrededor de 20 adicionales, entre el período de 2011, 2012, 2013 y muy pocos en el 2014″.
“Una de estas se produjo el día 21 de noviembre de 2011. Fue de aproximadamente 500 mil dólares y ese mismo día José Paredes entregó el dinero a Ollanta Humala, en su oficina de Palacio, como siempre a José Paredes lo hacían ingresar por la puerta trasera de Palacio”, dijo.
También sostuvo que “las entregas de dinero por parte de Carlos Eugenio García Alcázar se hicieron en el hotel donde se hospedaba José Paredes”, así como “en el departamento ubicado en la calle Los Eucaliptos en San Isidro, donde José Paredes siempre ingresaba directamente al estacionamiento interno, en carro alquilado o en taxi”.
“Posteriormente, cuando José Guillermo (Paredes) tenía el dinero en su poder, se lo entregaba a Ollanta Humala Tasso, no sin antes quedarse con su porcentaje. Todas las veces que le entregó dinero a Ollanta Humala lo hizo en Palacio de Gobierno en la oficina del referido ex presidente (para lo cual utilizaba un maletín), previa coordinación vía llamadas telefónicas”, afirmó.
En la acusación se indica que el mismo colaborador entregó un croquis hecho por él para detallar cómo José Paredes se desplazaba dentro de Palacio de Gobierno hasta “llegar hasta la oficina de Ollanta Humala” para reunirse con él y “hacerle las entregas del dinero producto de los pagos ilícitos”.
Además, se presentan las declaraciones de tres testigos para corroborar lo dicho por el CE 04-2019.
Uno de ellos es Randa Mussallam Abu Shaibeh, exsecretaria de prensa de la Presidencia, quien dijo que “es probable” que las visitas de José Paredes a Palacio de Gobierno “no se encuentren registradas por cuanto eran amigos” y que es posible que “algunas visitas hayan ingresado sin registro lo hayan hecho por el lado de la casa o hayan sido ingresadas por algún personal de confianza”.
También declaró Lola Consuelo Castro Rodríguez, exasistente del Despacho Presidencial. Ella dijo haber visto “aproximadamente cuatro veces” a José Paredes en Palacio de Gobierno luego del 2013 y que “en algunas oportunidades se comunicó telefónicamente con este por encargo de Ollanta Humala Tasso para agendar una cita”.
Luego está Percy Reyes Perea, quien fue ejecutivo en la Casa Militar y se encargaba de la seguridad de Palacio de Gobierno. Él manifestó que José Paredes “visitó continuamente” al entonces presidente entre el 2011 y 2012, pero luego las visitas fueron “esporádicas”.
“Las veces que él lo recibió, pasaba directo a Palacio, es decir, no se registraba su visita. Reconoce que a José Guillermo lo llamaban por su apodo “Pepe”. Además, señala que en un par de oportunidades José Guillermo llegó a Palacio con un maletín de mano con ruedas procedente del aeropuerto Jorge Chávez y otras veces llevaba consigo un portafolio, y que Ollanta Humala lo recibía por las noches, entre las 18:00 a 21:00 horas aproximadamente”, cita la fiscalía,
También reconoció que esas reuniones eran largas y que “a veces José Guillermo Paredes, se retiraba solo y en otras oportunidades en compañía del ex presidente Ollanta Humala Tasso, a la casa de éste, donde incluso según me comentaba José Guillermo Paredes, que había veces que se tomaban algunos tragos”.
Adicionalmente, la fiscalía reporta que existen registros de 572 llamadas telefónicas entre José Paredes Rodríguez y Ollanta Humala en el periodo entre enero del 2011 y mayo del 2014. Esto como fruto de un levantamiento del secreto de comunicaciones.
Por otro lado, la acusación contiene tickets, boletas y comprobantes para los movimientos y la presencia de José Paredes en Lima en las fechas de las presuntas entregas de dinero al expresidente.
Finalmente, está la versión dada por el colaborador eficaz de clave CE 03-2019, quien se centra en las supuestas presiones de Ollanta Humala al Ministerio de Transportes y Comunicaciones en torno a las licitaciones y concursos públicos que eran de interés para el ‘Club de la Construcción’.
“Ollanta Humala Tasso presionaba al ex ministro del MTC, Carlos Eduardo Paredes Rodríguez, para que se convocaran las licitaciones y que no hubiera atrasos en los procesos de licitación, para ello, todas las semanas se reunían en Palacio de Gobierno para conversar sobre el ritmo de convocatorias y adjudicaciones”, dijo.
“El foco principal del entonces presidente era las obras de carretera, y ello era básicamente por el dinero que recibía de los empresarios conformantes del “Club de la Construcción. Debido a la presión ejercida a Carlos Eduardo Paredes Rodríguez por parte de Ollanta Humala, éste hacía lo mismo con el viceministro de Transportes y el director ejecutivo de Provias Nacional”, añadió. Todas las obras del ‘club’ se licitaban en Provías Nacional, entidad adscrita al MTC.
También refirió que el entonces presidente “tenía injerencia” respecto al presupuesto asignado a Provias Nacional para obras públicas, ya que “tenía la última palabra acerca del presupuesto que cada sector o ministerio proponía para el año siguiente”.
“Dicha propuesta de presupuesto era revisada por el MEF, entidad que por lo general recortaba el monto presupuestal propuesto, por lo que ante dicho recorte era usual acudir al presidente y éste decidía qué sectores o ministerios priorizar. De esta manera Ollanta Humala Tasso siempre privilegió al MTC, de manera que la asignación presupuestal de este Ministerio nunca disminuyó, por el contrario, se incrementó desde el año 2012″.
Para acreditar su versión, la defensa legal de este colaborador eficaz entregó cuadros comparativos para evidenciar cómo el presupuesto para obras de carreteras en el MTC aumentó en un 141% en el período 2011-2015 (durante el gobierno de Ollanta Humala) en comparación con el periodo 2006-2010. Se hizo lo mismo con un reporte que detalla cómo es presupuesto fue aumentando sostenidamente cada año.
Estos son los principales testimonios recogidos por la fiscalía en su acusación contra Ollanta Humala, pero no son los únicos que forman parte de este caso. En el requerimiento hay una lista de 33 testigos del Ministerio Público ofrecidos para que declaren en un futuro juicio oral, de los cuales cinco con colaboradores eficaces.
Además, hay 11 peritos y un total de 652 documentos ofrecidos al Poder Judicial como pruebas documentales de la acusación fiscal. Todo ello será evaluado en el futuro control de acusación.