Áncash: reportan cinco casos confirmados y otros cinco probables por Guillaín-Barré
El síndrome de Guillain–Barré es un trastorno en el cual el sistema inmunológico del cuerpo ataca a parte del sistema nervioso periférico. Los primeros síntomas incluyen diversos grados de debilidad o sensaciones de escozor en las piernas.

Los especialistas han exhortado a la población a tomar las medidas de prevención, realizar el lavado de manos y evitar comer alimentos crudos fuera de casa (Foto: Laur Urbina)
El funcionario informó que de estos últimos, dos provienen de Cajamarca y otro es propio de Chimbote. Estos pacientes se encuentran fuera de peligro y no han requerido de soporte respiratorio.
“Se ha declarado en alerta roja EsSalud porque los casos se han incrementado. Es normal que todos los años hayan pacientes con el síndrome Guillain Barré, pero ya tenemos varios casos y por eso tenemos que estar prevenidos para contener el posible brote epidemiológico», declaró De la Cruz, en una rueda de prensa, en Chimbote.
En tanto, el neurólogo del Hospital Víctor Ramos Guardia, Rubiños Casavilca Quispe, precisó que otros dos casos probables se habrían presentado en este hospital, pero ya han sido referidos a hospitales de Lima.
“Hemos tenidos dos casos sospechosos que han sido referido a la ciudad de Lima. Son pacientes de la jurisdicción de Huaraz; están estables y han salido bajo la Ley Emergencia para una atención rápida”, sostuvo el galeno.
El jefe de la División de Inteligencia Sanitaria de EsSalud, Deivi More Valladares, aclaró que el síndrome Guillain-Barré resalto no es contagioso. Si bien aún no se determinan el agente infeccioso que lo provoca, éste podría originarse por gérmenes, bacterias, o virus intestinales y respiratorios.
Los médicos del Seguro Social de Salud (EsSalud) y el Minsa han informado que han iniciado las medidas de prevención y de control para atender a los pacientes con esta enfermedad. Asimismo exhortan a la población a tomar las medidas de prevención, como el lavado de manos o evitar comer alimentos crudos fuera de casa.
EL COMERCIO